miércoles, marzo 29, 2006


Orfeo y Eurídice
Orfeo, parte de la tripulación del Argos (los Argonautas), después de la expedición que llegara a la morada del dragón que cuidaba el vellocino de oro, se estableció en Tracia.
Allí, se enamoró perdidamente, y se casó con una bella ninfa llamada Eurídice.
Un día en que su esposa huía de las insinuaciones carnales de un pastor degenerado, fue mordida por una serpiente en la espesura de la hierba.
Eurídice falleció y fue a parar a los infiernos.
La pena de Orfeo era grande en demasía. Toda Tracia se entristeció con las melodías encarnadoras que hacía resonar con la lira* que Apolo le habia regalado.
Pero su dolor y sus recuerdos nunca desaparecerían.
Entonces decidió enfrentar un destino peligroso, más allá de los límites de la cordura mortal. Decidió buscar y encontrar el río Estigia.
Finalmente tras mucho deambular, según algunos mitologos sobornó a Caronte (el barquero que cruzaba las almas al otro lado del Estigia, el Aqueronte, el Periflegetón y el Cocito, los ríos que franquéan los infiernos, según el mito y leyenda popular, a los muertos se le debia poner monedas sobre los ojos al enterrarlos para que con ellas pagaran sus servicios a Caronte) Según otros mitologos, solo le conto lo sucedido y lo enterneció para que le dejara pasar.
Ante la vista de un humano vivo entre las almas de los muertos, todos los habitantes del infierno se asombraron. El can Cerberos apaciguó los abismos de sus bocas para callar unos minutos, la rueda en que Ixión gira eternamente frenó, las Erinias frenaron sus trabajos, y las serpientes que formaban su cabellera dejaron de silbar.
Orfeo logró cruzar las puertas de los infiernos y acceder a la sala principal, donde Hades yace, sentado en su trono, con sus tres ayudantes Radamanto, Minos y Eaco.
En este gran salón se bifurcan dos caminos, uno hacia el Tartaro, la tierra de los dolores y castigos eternos. Y el otro hacia los Campos Elíseos, la tierra donde la leche y la miel brotan del suelo por toda la eternidad. Reinan en los campos elíseos Hypnos (dios del adormecimiento) y Thanathos (dios de la muerte)
Ese salon, esa encrucijada es llamada el Campo de La Verdad. Porque ahí se juzgan las almas para saber a qué infierno están destinadas por toda la eternidad.
Orfero Se acercó a Hades y con su dolorosa música lo convenció al rey de los infiernos, al Rey del mundo subterraneo, de sus penas de amor.
Hades le dio el favor de sacar a Euridice de sus salas, hacia la luz del sol. Con la condición precisa de no mirar atrás para ver si su amada lo seguía.
Pero en el preciso momento de pisar la tierra fuera del mundo subterraneo, Orfeo no pudo más con su ansiedad y se dió vuelta, pero ella no habia terminado de salir. Eurídice se desvaneció para siempre.
Orfeo volvió a cantar sus dolores, junto a su lira divina. En la misma piedra en la entrada al mundo subterraneo. pasó 7 meses en su agonía melódica, sin cruzar el Estigia, sin estar en el mundo de los vivos ni en el mundo de los muertos.
Su música amansaba a los tigres, no por su belleza sino porque los entristecía, y olvidaban su fiereza, las Encinas se acercaban a escucharlo.
Las bacantes (las ninfas de Baco, o Dionisos, dios del vino y el extasis) lo descuartizaron por despecho, porque él no dejo su música para atender las necesidades carnales por las que ellas le suplicaban.
Las musas entonces, dieron sepultura a su querido músico y arrojaron su cabeza y su lira al mar, que fueron arrastradas por las olas hasta la isla de Lesbos donde fueron guardadas para siempre.
Pero su cuerpo no era más que un recipiente vacío. pues su sangre fecundó el esteril y yermo suelo de las puertas del infierno, y nació un olivo con el alma de Orfeo.
Una bella historia de amor de la mitología griega. Pronto Penelope, la eterna esperanzada.
Saludos a todos
JUAN

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que historia mas triste pero sumamente atrayente.
Es envidiable el conocimiento que tenes de esta mitologia =)
Muy bello escrito ^^
besos
byebye