lunes, octubre 26, 2009

Los Cuentos de Hadas de los hermanos Grimm

Los cuentos de hadas, son para los niños del siglo XIX y XX lo que los mitos a los tiempos arcaicos. Bien conocidos por todos, son historias sin fecha, relatadas de manera oral, llenas de personajes folclóricos europeos y con cierta enseñanza o moraleja. El rasgo moral del cuento de hadas concierne en que los niños se adueñan de las historias, se identifican con los personajes, por lo tanto aprenden de lo bueno y de lo malo de cada uno de ellos.

No solo son impartidores de ética y moral sino también, en muchas culturas, cumplen parte de un ritual. Los niños deben acostarse a dormir, pero no sin su relato. Los llamados Bed Time Story (historia para la hora de dormir).

Las historias de los cuentos de hadas son protagonizadas, en su mayoría por princesas atrapadas por el hechizo de alguna bruja, o por príncipes azules que viajan en busca de ellas. Pero en muchos otros casos, los protagonistas son niños, en general los varones prefieren este tipo de relatos, y las niñas prefieren las princesas y los castillos.

“Había una vez…” es una excelente manera de comenzar estas historias, ya que nunca sucedieron, pero suceden cada noche. En Fahrenheit 451 es una genial novela de Ray Bradbury, donde se presenta un futuro donde los libros están prohibidos por un gobierno fascista, y la gente es obligada a ser feliz, y donde los bomberos se dedican, en lugar de a apagar incendios, a causarlos, incendiando libros; el protagonista decide darle una oportunidad a las páginas de los libros antes de incinerarlos. Y habla con el capitán y le dice “Había una vez en que los bomberos apagaban incendios en lugar de causarlos ¿no es cierto?” y el capitán le respondió “¿Había una vez? Ese tipo de pensamiento es el que está prohibido, despierta fantasías, y las fantasías nos muestran otros mundos, y eso nos hace infelices” (aclaro que no es una cita textual, sino lo que yo recuerdo de la conversación).

“Y vivieron felices para siempre” esta frase, tan divulgada en el mundo, es la frase con la que se cierran muchísimos relatos de cuentos de hadas. Pero vale aclarar que proviene del siglo XX, ya que estos cuentos fueron siendo atenuados con el tiempo. Mucho tiempo atrás, no todos terminaban felizmente, aunque si dejaban cierta enseñanza. Y es que es sano que los niños lo sepan, no siempre se puede ser feliz para siempre.

Los Hermanos Grimm
En 1805, un bibliotecario de Hanau (Alemania) y su hermano menor, que era secretario de la biblioteca, comenzaron una larga y prodigiosa carrera en el mundo de la literatura. Los hermanos eran Jacob y Wilheim Grimm.


Con los años se dedicaron a la docencia, en diversas universidades, y también al lenguaje y la investigación lingüística. Además de su vasta carrera literaria, trabajaron en un diccionario que no se concluyó hasta 1960, cuenta con 33 tomos y demuestra un estudio fatigoso sobre la etimología de las palabras y sobre léxicos de toda Alemania, aún vigentes hoy en día.

Pero su mayor logro, y por lo que fueron, son y serán recordados siempre, es por su trabajo como recopiladores de relatos. Recorrieron Alemania buscando la tradición oral y dejando por escrito cientos de cuentos folclóricos que, al igual que su diccionario, son vigentes hoy en día.

Uno de los cuentos más famosos de los recopilados por los hermanos Grimm es Cenicienta, la historia de la pobre muchacha que soportaba los maltratos y abusos de sus tres hermanastras y su madrastra. A Cenicienta la visitó una noche su Hada Madrina, un espíritu que cuida a cada persona, y la vistió de gala y le dio un carruaje, para que fuera al baile que se daba en el castillo del príncipe, pero el hechizo se rompía a las 12 de la noche. El príncipe se enamoró de ella, y ella salió corriendo del baile antes de la hora designada, dejando un zapato de cristal en las escaleras. El príncipe recorrió todo el reino buscando a la muchacha a la que le calzara el zapato. La encontró y vivieron felices para siempre.

Esta historia la conocemos bien, no solo por la tradición oral, sino porque en 1950 se estrenó el film Cenicienta, producido por la Walt Disney Pictures, film que el mismo Walt Disney dijo que era su creación preferida.

Pero hay cosas que no muchos sabemos, en los primeros años de su carrera como recolectores de historias, los Grimm se limitaron a transcribir los fantásticos relatos como los oían, más tarde, cuando los sectores más conservadores de Europa y Norteamérica se quejaron, comenzaron a escribir sus propias versiones atenuadas y suavizadas.

En la Cenicienta, la malvada madrastra, originalmente, era castigada por sus maltratos a cenicienta: era obligada a bailar llevando pesados zapatos de hierro al rojo vivo, hasta caerse muerta.

Otra historia que probablemente tenía en su origen un contenido mucho más adulto, era Blancanieves. Blanca Nieves era una hermosa princesa, cuando llegó a la adolescencia se convirtió en la más hermosa del reino, y su madrastra, una bruja malvada la quiso castigar por ello, y ella se escapó, y vivió en un bosque con siete enanos. Pero la bruja la encontró y disfrazada de anciana, le dio una manzana envenenada, al morderla, Blancanieves cayó en un poderoso sueño que solo podía ser interrumpido por el beso de un príncipe. Fue puesta en un ataúd de cristal hasta la llegada del príncipe.

Se dice, que en el acto de lujuria más imaginativo, una mujer puede ser sometida y fornicar con hasta siete hombres a la vez ¿Este puede ser un contenido oculto detrás de la historia de los siete enanos?
La banda alemana de música industrial (heavy metal electrónico y oscuro, podríamos llegar a definirlo) llamada Rammstein, realizó un videoclip basado en el cuento de Blancanieves, llevando al máximo la estética de Disney, convirtiéndola en macabra. En el videoclip Blancanieves es una déspota sádica para los siete enanos, que trabajaban en la mina, para conseguir el preciado mineral que la princesa aspiraba como si fuera cocaína, hasta morir de sobredosis. Los enanos (los siete músicos de la banda) llevaron el ataúd de cristal a un monte, donde de la rama de un árbol muerto cayó una roja manzana destruyendo el fino cristal y liberando a Blancanieves de su pesado sueño.

http://www.youtube.com/watch?v=mfHlA3fmJG0

(no pude poner el video acá por la configuración del blog)

Hay muchos otros cuentos recopilados por los hermanos Grimm que dieron la vuelta al mundo, no solo Europa sino a todo el mundo, de la mano de Walt Disney. En total, llegaron a recopilar 210 relatos en su carrera. Y hay muchos que en su inocencia esconden una identidad mucho más violenta y cruenta del folclore germánico. Como Hansel y Gretel, el cuento de los dos niños que son engañados por una bruja que los recibió en su casa hecha de dulces y de galletas, para engordarlos y comerlos, pero los niños terminaron empujando a la bruja al horno y quemándola.

Otros recopiladores famosos, fueron el italiano Giambattista Basile y el francés Charles Perrault, ambos del siglo XVII. Este último autor de la Bella Durmiente y los Cuentos de la Mamá Gansa.

En 2005 se realizó un film sobre la vida de los hermanos Grimm protagonizada por el difunto Heath Ledger y Matt Damon.

viernes, junio 26, 2009

El Mito de Demeter

El mito de la resurrección vegetal es muy importante para la historia del hombre. Como siempre digo, el mito tiene un fin socializador. Las historias mitológicas tienen ciertas claves que enseñan al hombre arcaico muchas cosas que debe tener en cuenta para vivir en la tierra. Porque el hombre hay algo que siempre va a querer, la respuesta a la pregunta más antigua y difícil de todos los tiempos: ¿por qué?

El hombre necesita respuestas, necesita entender qué mueve al mundo, para vivir en él. El hombre se maravilla con la naturaleza y busca explicaciones a sus fenómenos. En la mitología están todos los factores que harán al hombre capaz de vivir más contento, creyendo saber algo más. Cuando hablo, en este caso, de la mitología, hablo de las religiones en general. Hay que pensar que las religiones modernas no son otra cosa que la repetición de historias paganas, reescritas para hacerlas más actuales.

La Resurrección vegetal es el punto máximo para estos temas. Ya que es utilizado para aprender a vivir en el mundo haciendo todo: agricultura y comercio, las bases de la economía. Además las historias míticas que relacionan el ciclo de la vida con la resurrección son muy importantes para las religiones modernas, en especial la cristiana.

Pero el caso más importante, dentro de la mitología griega es el mito de Démeter y Perséphone (cuyo nombre significa La que dice el horror). En este mito se le enseña al hombre arcaico el conocimiento sobre la agricultura; se trata el tema de la inmortalidad, que para la mitología siempre fue el premio más grande; y se da una explicación al ciclo de la vida en general.

Démeter era la diosa de la cosecha, la diosa de la espiga madura del trigo. Era hija de Chronos y de Rea, al igual que Zeus, Poseidón y Hades. Su hermano, Zeus, el dios que, tras el asesinato del padre, se convirtió en el ser más poderoso del universo, tomando el puesto de rey de los dioses, la pretendía, a pesar de la relación filial.

Al ser rechazado por la diosa, Zeus acudió a uno de sus viejos trucos de conquista: se metamorfoseó en un enorme y bello toro blanco. El toro es, para la mitología griega, el símbolo viril de la ley masculina. Está directamente relacionado con la muerte del padre, porque todo toro termina muerto de forma ritual. Convertido en el semental rumiante, Zeus violó a Démeter, dejándola embarazada con su simiente. De esta unión nació Koré, la niña más inocente.

Esta historia también se repite con su otro hermano, Poseidón, el rey de los mares y los océanos. Démeter, para eludirlo se convirtió en una yegua y se puso a pastar en los pastizales de un rey, cerca de las caballerizas. Pero un majestuoso caballo entró de improviso y la sedujo. Así Poseidón logró poseerla, de esa unión nacieron los caballos más famosos y rápidos, los que tiraron del carro que llevaba al dios tracio Ares, el dios de la guerra y el sinsentido.

Koré, junto con otras doncellas vírgenes camina entre lirios y narcisos en un bello jardín. Mientras la niña observaba los narcisos, Hades, el dios de los infiernos, llegó allí y la raptó violentamente. En ese momento la inocente niña conoció el dolor y el horror, dejó de ser Koré, era Perséphone, la que dice el horror.

El dolor de su pérdida endureció el corazón de Démeter, se convirtió en una terrible castigadora. Ericsistión era un leñador, fue encontrado por Démeter cometiendo un crimen: talaba árboles para la venta n un bosque sagrado dedicado a la diosa. El terrible castigo consistía en no poder saciar el apetito, a tal punto que Ericsistión se termina devorando a sí mismo. Démeter le quita el alimento, el efecto del don de la diosa.

Ya no soportando su dolor, vaga por el mundo convertida en una anciana con un bastón. Hécate, apiadándose de ella le dice que Helios, el dios sol, debe saber como encontrar a Perséphone, ya que el sol lo ilumina todo.

En la ciudad de Eulesis, mientras buscaba a Helios, Démeter es encontrada junto a un pozo seco por unas niñas, las hijas del rey. Logran hacerla sonreír, y le devuelven la felicidad y la fe al rostro. Démeter se convierte en nodriza del hijo del rey. Allí se enamoró de Yasión y engendraron a Pluto, el dios de la riqueza. En Eulesis, hoy en día hay templos subterráneos muy raros donde se encuentran pruebas de un antiquísimo culto misterioso dedicado a la diosa.

En un momento se encuentra con Eumolpo, quien le dice que él vio a Hades raptar a su hija, la diosa como agradecimiento le da la custodia de la inmortalidad. También Triptoloméo la reconoce como la diosa y le confía el secreto que él sabía: que Perséphone se encontraba en los infiernos de Hades. La diosa, le concede, entonces, los conocimientos para hacer crecer la espiga, los conocimientos de la agricultura.

Finalmente, conociendo el lugar donde se encontraba su hija, la diosa de la cosecha enfrentó a sus tres hermanos, los dioses más poderosos del Olimpo, con el apoyo de Hermes, el dios mensajero, que la llevó hasta ellos. Enfrentó a Zeus y lo amenazó con algo que ninguno de los tres habían previsto. La diosa dijo entonces que si no se le devolvía a su hija, secaría la tierra. Privaría al mundo de la fertilidad del suelo.

Hades, temiendo perder a su amada, pero temiendo la repercusión de la amenaza de su hermana, realizó un acto muy vil: le dio a Perséphone de comer unos granos de granada. Lo que ella no sabía era que era ley en el mundo de los muertos que nadie que hubiera comido de los frutos que allí crecían volvería a salir al mundo exterior.

Zeus, atemorizado por el poder que su hermana demostraba, vengándose de tantas maldades que el trío le había causado, obliga a Hades a negociar. La negociación termina en que Perséphone vivirá durante 6 meses con su marido en el infierno, y 6 meses en los maizales con su madre. Así, durante medio año la tierra fértil da frutos y granos, y durante otros 6, el suelo está inútil para el hombre.

Como ven, en este mito no solo se explica cómo se debe cultivar la tierra sino que se da una explicación al ciclo de la vida y a la primavera y el invierno. Además de ser una historia de una belleza excepcional.

miércoles, junio 03, 2009

La Caja de Pandora

En la mitología griega, tanto como en la tradición judeo-cristiana, la mujer apareció después que el hombre. La mujer fue una segunda creación. A veces nos preguntamos porqué la sociedad es machista. Y la respuesta está aquí. Es porque fuimos así siempre, desde el comienzo de los tiempos la mujer fue muy diferente al hombre, y era degradada por que a pesar de no tener la fuerza física del hombre era mucho más fuerte. Porque ningún hombre podía dar a luz, ninguno podía conocer el secreto místico de la vida, crear vida. Por eso se la temía, y se la degradaba.
Siempre fue así, y en el siglo XX se cambió mucho la manera de pensar globalmente, pero sigue siendo un mundo machista, y nos va tomar mucho tiempo cambiarlo.

Pero justamente, en la Mitología griega vemos a los dioses como nosotros. No son superhombres justos, son hombres comunes dotados de una inmensa sabiduría algunos y otros de inmenso poder, pero siguen siendo humanos. Esto es lo que Sócrates critica en los diálogos de Platón, cuando habla de la religión, que los dioses deberían ser modelos a seguir, perfectos y buenos, cuando en realidad, los dioses griegos son soberbios, vengativos, lujuriosos, pérfidos, e ingratos, entre otras tantas cualidades negativas humanas. Una de estas cualidades es la discriminación.

Zeus, el señor de los dioses, y Hera, su eterna compañera y eterna contrincante, tuvieron un hijo llamado Hefesto, quien sería luego señor del Fuego y la Forja. Era extremadamente feo, y había nacido cojo. Sus pies hacían el camino zigzagueante de los rayos de su padre. Hera al ver a su hijo tan espantoso, para no soportar las burlas del resto de los habitantes del Olimpo (el monte donde vivían los dioses), lo arrojó del monte. Cayó durante todo un día, estrellándose en la isla de Lemnos. Allí se crió entre hombres, y un enano llamado Cedalión fue enviado secretamente por Hera para que se hiciera cargo de la educación del dios del Fuego, le enseñó las artes de la herrería y la forja. Fue el mejor herrero de todos los tiempos. Podía acercarse a las llamas más poderosas del mundo y trabajar el metal como ningún otro. Entonces, forjó un bellísimo trono de oro con lazos invisibles como regalo para su madre Hera. La Reina de los dioses se sentó muy complacida y se sintió mal por deshacerse del niño hace años, pero cuando quiso levantarse se dio cuenta de que los lazos la habían atrapado. Zeus tuvo que pedirle a Hefesto que la liberase. Pero tardo mucho tiempo en escuchar los ruegos de su padre, por orgullo propio. Finalmente ofreció un trato, el desataría a Hera con la condición de que lo dejaran volver al Olimpo y tomar por esposa a Afrodita, la diosa de la belleza.
Hefesto entonces se convirtió en el artesano del Olimpo. Y forjó los rayos de Zeus, creó tronos, báculos y cetros, puntas de flecha para los dioses cazadores, una casa de oro para el sol, pareces de bronce y cobre para todo el monte y miles de cosas más. Creó toros de bronce que vivían como los reales, perros de oro y vírgenes de plata que eran sus esclavas.
Zeus le pidió que le fabricase muchísimas cosas. Pero lo más difícil que le pidió fue que crease a la mujer. Le explicó lo que quería y cómo debía ser, interna y externamente. Y así Hefesto tomó barro, lo amasó durante horas, y modeló a una virgen como las que ya había hecho en plata, y la dotó de vida y le dio la capacidad de ser libre y de ser inteligente, y lo más importante: de reproducirse. La hizo a imagen de las diosas del Olimpo.
Todo el monte se maravilló de la hermosa creación. La llamaron Pandora, y todos la amaron, y le hicieron cientos de regalos, Atena la vistió de oro, las Horas le trenzaron el cabello con hilos de plata. Hasta Hera la embelleció con anillos y collares. Todos se habían maravillado. Pero fue Zeus quien se jugó más. Le regaló a la niña una pequeña cajita de hierro. Le dijo que mientras tuviera esa caja cerrada, todas las dichas del mundo vivirían con ella, sería rica y hermosa, y tendría el mundo a sus pies. Pero nunca debía abrir la caja o lo perdería todo y la abrumarían las desdichas.

Prometeo era un dios del Olimpo que fue echado por robar el fuego de los dioses y entregarlo al hombre, a quien había creado con sus propias manos, también del barro, hecho con tierra olímpica y lágrimas. Mediante el fuego sagrado salido robado de la forja de Hefesto, Prometeo dio vida al barro. Los dioses se enfurecieron por ello, porque el fuego les pertenecía y no debía ser de nadie más.
Prometeo vivía en la tierra, y Zeus, para demostrarle que no estaba enojado con él por su traición, le envió como regalo a Pandora, la hermosísima primera mujer. Pero Prometeo temiendo lo peor, desconfiando vehementemente de la ira de Zeus prefirió entregar la hermosa dama a su amigo Epimeteo, el primer hombre.
Epimeteo tomó por esposa a Pandora. Y fueron felices por muchísimos años. Pero la duda los carcomía. Toda su vida quisieron saber qué había en el interior de la caja que el rey de los dioses les había dado. Se auto convencieron de que solo era un engaño y abrieron la caja. De ella se escaparon entonces todos los males del mundo, el hambre, la demencia, las enfermedades, la maldad, todas las desdichas humanas. Viendo aterrorizada como perdía todas sus dichas, Pandora cerró la caja justo a tiempo para que en su interior se conservara la Esperanza.

Al igual que en la historia bíblica del Paraíso, el Hombre conoce a la Mujer y juntos hacen lo que no debían hacer, lo único que se les había prohibido. La manzana del árbol del conocimiento y la apertura de la caja de Pandora conforman un mismo concepto: La Caída de Adán y Eva, y la desgracia de la pérdida de todo lo perfecto, del lenguaje original.

jueves, mayo 14, 2009

Mitos Egipcios de la Creación del Universo


Los diferentes mitólogos se dedican a estudiar ciertos fenómenos mitológicos y les dan, cada uno de ellos, diferentes formas. Muchas veces, un reino, un país de la antigüedad, creía en diferentes cosas, o cambiaron sus creencias con los años, de esta manera es como una misma cultura puede tener varias creencias sobre un mismo hecho.

Éste es el caso de la mitología egipcia con respecto de la creación del universo. En diferentes partes de Egipto y en diferentes épocas hubo una creencia diferente sobre el relato cosmogónico. Podemos identificar tres creencias diferentes, lo interesante es que las tres mantienen la misma simbología, en esencia.

¿Porqué encontramos diferencias tan grandes en diferentes zonas de Egipto? Eso es sencillo de responder: al igual que todas las culturas arcaicas, en algún momento el hombre necesitó respuestas, y comenzó a tener relatos para justificar la existencia. Y para entender lo que los rodeaba. Por lo tanto, tomaron a los seres y fenómenos que más temían, ya que no los entendían; y les rindieron pleitesía, ya que debían respetarlos, pues eran superiores a ellos.

En cada ciudad egipcia se adoraba, más allá de todos, a un dios en especial. Cerca del Nilo se adoraba a un dios con cabeza de cocodrilo, alejado del agua, en las tierras desérticas donde solo estaban rodeados de arena y muerte, se adoraba a un dios con cabeza de chacal (perro del desierto). En otras ciudades se adoraba a Ra, el sol, en otras a Horus, el halcón que vuela por los aires y lo ve todo.

En la ciudad de Hieracómpolis existía una creencia egipcia muy antigua que cuenta que antes que existiera el universo, existía solo un inmenso océano. Vale decir que simbólicamente, el océano el caos. En los mitos de creación del universo siempre existe, antes que éste, el caos, porque es la potencialidad del todo. El océano es oscuro y húmedo como un vientre materno, allí la explicación de la relación simbólica del mar y el caos.

Ese océano llevaba el nombre de Nun. Desde las profundidades de Nun apareció un día una gran colina. Este punto lo llamaremos “el centro”. Horus, el dios halcón, se posó en la cima de esta colina, que es conocida, también como el quinto elemento, y partió, voló hacia todas las direcciones a la vez, creando así el universo. Dándole un orden. Hace las veces de orden masculino, que es lo necesario para que el caos femenino se convierta en el universo. Del caos al orden, y del centro al resto del mundo, así se crea, un espacio cuaternario.

En la ciudad de Heliópolis, probablemente una de las más famosas ciudades egipcias de todos los tiempos, existía otra creencia sobre el origen universal. Vale decir que Heliópolis es el nombre griego que llevaba la ciudad, en egipcio se llamaba Iunu, que significaba pilar. Heliópolis significa Ciudad del Sol. Probablemente ya se imaginarán quién es el protagonista del relato cosmogónico del que ningún habitante de esta ciudad dudaría jamás. Estoy hablando, obviamente del dios Ra.

Ra es el sol, el que provee de calor, y luz; y por lo tanto de vida a la Tierra. Es el dios mayor, indiscutidamente. La importancia de esta divinidad, y la importancia política de la ciudad que le rendía culto, hizo que a lo largo y a lo largo de Egipto se le atribuyera durante muchos cientos de años el título de creador del universo.

Lo curioso con la figura de Ra es que se lo relacionó con otros dioses a lo largo de los siglos. Por ejemplo con Amón, originalmente llamado Amen, que era la divinidad máxima de los Tebanos. Cuando Grecia comenzó a tener tratos con Egipto, ambas culturas se entrelazaron mediante la ciudad de Tebas. Ra se convirtió en Amón-Ra, y Tebas, para los griegos era el hogar de una sabia pero terrible esfinge (estatua egipcia mitad mujer y mitad león).

También se relacionó a Ra con Horus bajo el nombre de Ra-Horajty. Era representado en jeroglíficos y dibujos como un ser homínido con cabeza de halcón, como Horus, pero con un disco solar sobre la cabeza. Es curiosa la falta de identidad que tiene el dios más importante para toda una cultura.

El mito de la creación de la Heliópolis contaba que en el inmenso mar de Nun, había surgido de las profundidades una altísima pirámide. Y sobre ella el ojo de Ra se abrió e iluminó todo el universo, dándole forma y orden. Es curioso que el símbolo del ojo esté siempre relacionado con Horus, volviendo a la falta de identidad del dios Sol.

Como se habrán dado cuenta, Horus siempre fue un dios más importante que Ra, tanto religiosa como políticamente. Los Faraones eran considerados una extensión de Horus en la Tierra.

Quizás el caso más extraño sea el de Pteh, en la ciudad de Memphis. La teología memphita tenía una creencia de lo más avanzada sobre la creación del universo. Mircea Eliade realizó un estudio sobre la mitología donde expresa que existen 3 estadios en la evolución de la experiencia religiosa. El primero es el matriarcado, donde el principio femenino lo es todo. Segundo viene el patriarcado, donde la ley masculina representa todo (como en la mitología griega y egipcia). Por último aparece el principio del Salvador, el enviado que indica el reconcilio con lo instintivo y reprimido, como el amor y la libertad. Éste último estadio tiene que ver con el monoteísmo.

Los memphitas se adelantaron al resto de los egipcios, ya que fueron monoteístas. Incluso, su creencia es muy parecida a la que tienen las culturas judeo-cristianas sobre el comienzo del universo. Ya que Pteh, el dios único crea el mundo mediante la acción de su pensamiento y la pronunciación de la palabra. A su vez, en el antiguo testamento, Dios dice “que se haga la luz” y la luz se hizo.
Irónicamente, Pteh, en la lengua egipcia, significa tierra emergida. Como dije, están los mismos símbolos.
Como relata Sigmund Freud en su ensayo Moisés y la religión monoteísta, 1375 A.c. un joven faraón llamado Amenhotep tomó el poder en Memphis e impuso a todo Egipto esta creencia monoteísta. Poco después de su muerte, 17 años después, todo fue olvidado, hasta la llegada de Moisés y la liberación del pueblo Judío.
Vale aclarar que la figura de Atón, a la que se refiere Freud está absolutamente relacionada con Pteh.

viernes, mayo 08, 2009

Isis y Osiris


Los habitantes del Antiguo Egipto tenían creencias y rituales muy diferentes a los que tenemos en occidente actualmente. Esto todos lo sabemos, todos conocemos las historias sobre pirámides y oscuros ritos sobre disecciones mortuorias y dioses con cabezas de animales. Pero es mejor ponernos a pensar ¿Tan diferentes somos?

La respuesta es que no, todas las creencias religiosas y muchísimas costumbres que hoy en día son moneda común en Europa y América tienen mucho que ver con las que tenían los pueblos antiguos: egipcios, griegos o asirios. El hombre cambió muchas cosas con el correr de los años, como la tecnología y los métodos, pero sigue teniendo las mismas costumbres.

Los hombres se reúnen a orar en sus templos, los hombres se reúnen a divertirse con espectáculos y en plazas recreativas. Además todas las culturas, a su manera, tienen rituales mortuorios. Algunos queman a sus muertos, otros los entierran ¿Qué tiene de extraño que los egipcios momificaran a sus reyes y profetas? ¿Acaso Stalin no está embalsamado en una tumba de cristal bajo la plaza roja de Moscú?

¿Tan extraño es pensar que un Faraón sea la representación de Horus, el dios más poderoso, en la tierra, para gobernar entre los mortales? No lo es si pensamos que el Papa, el jefe del Estado del Vaticano, es llamado el hombre más cercano a Dios.

Si mantenemos estas cuestiones frescas en la mente podemos entender algo: el hombre necesita tener creencias, tener fe, tener algo de que aferrarse cuando no tenga ya más nada. Además, el hombre siempre querrá respuestas a sus preguntas. Si tenemos la seguridad de que existe una entidad suprior que en algún momento nos pueda responder, podemos vivir en paz. Todas esas son razones para la existencia de la religión.

Muchas historias de la Biblia cristiana son reescrituras y representaciones de escenas míticas y legendarias de culturas anteriores. Son conocimientos y recuerdos que acompañan al hombre hace muchos miles de años.

El ejemplo más claro de esta relación entre la Biblia y los relatos mitológicos egipcios es la relación y paralelo que se puede establecer entre la Virgen María, la madre de Cristo, e Isis, la esposa de Osiris. Estos dos dioses egipcios son los protagonistas de una de las historias más interesantes de toda esta cultura.

La Virgen María y la diosa Isis, ambas representan la maternidad, la devoción e innegable amor de una madre. Isis fue madre de Horus, el dios halcón, el dios que, según otros relatos, es el creador del universo. Es la representación de la procreación y la agricultura. Es el modelo a seguir de todas las mujeres. Isis, tuvo sacerdotes y cultistas por muchos lugares fuera de Egipto, incluyendo España e Inglaterra, además de Grecia y Roma. Esto explica cómo el personaje fue tan difundido con los siglos, y llegó hasta los romanos en la época de nacimiento de la nueva religión, que adoraba a un profeta judío, hijo de un carpintero.

Antes que todo esto ocurriera, antes que el mundo tomara forma, según los relatos egipcios, existían, sobre la tierra dos seres: Ra, el dios sol, y Nut, la diosa cielo. Ella fue la creadora de la tierra y las estrellas. Se dice que Nut, paría todas las mañanas a Ra, y a la noche lo engullía, para comenzar nuevamente el ciclo por la mañana. Nut fue sorprendida por su marido contemplando a Geb, el dios Tierra. Como castigo Ra le prohíbe parir. Ella, triste, acude a Tot, el dios de la sabiduría.

Tot concibe un juego de cartas para jugar con la diosa. Y le hace una apuesta: si él gana, ella debe entregarle los rayos del cielo. Finalmente, él gana, y con cada uno de los 5 rayos que Nut le cedió, Tot crea un día, para agregarlo al calendario. En cada uno de esos días nació un niño dios, todos hijos de la diosa.

Tot, el dios de la sabiduría, es además una deidad mortuoria, es el guardián del libro de los muertos. Es además quien está allí cuando las personas mueren, esperando para enjuiciarlas, y pesar su corazón en comparación con una pluma, para saber si merecen o no resucitar.

Uno de los hijos de Nut era Osiris, el dios faraón, el pueblo lo amó. También Isis, la diosa maternal, la guardiana de los conocimientos de la cosecha. También Set, Horus y Neftis.
Set, envidiando a Osiris por tener por esposa a Isis, invita a su hermano y a otros dioses a una fiesta en la que se regalará un sarcófago de plata (con el tamaño exacto de Osiris). El sarcófago se le regalará a quien entre perfecto en él.

Set arroja el sarcófago, con su hermano adentro, al río. Isis busca a su esposo por todo el mundo, vaga por todos lados sin sentido ni dirección. Lo que no sabe, al llegar a la ciudad de Biblos, es que iba a tener suerte. El rey de Biblos había visto como el sarcófago plateado chocaba contra un sicomoro (un árbol sagrado) que crecía hasta el cielo, y lo había recogido.

En la ciudad sagrada de Biblos se le confían los niños del rey para que sea su nodriza, al igual que a Démeter en la mitología griega cuando busca a su hija Perséphone. Cuando ella s revela como diosa, el rey devuelve el sarcófago, pero antes que Isis pueda tenerlo, Set aparece y descuartiza a Osiris en 14 partes. Cada una de ellas es arrojada a algún sitio de Egipto.

Nuevamente Isis debió emprender su búsqueda, que duró años, finalmente encontró 13 de las partes y volvió a ensamblarlo. La única parte que no pudo encontrar fue el falo, que había quedado perdido en las profundidades del Río Nilo. Ella igualmente logra resucitarlo, pero él ya no es el mismo y se convierte en un dios d la muerte y la resurrección.

El Mito de la Resurrección vegetal tiene mucho que ver con esta historia, ya que el dios muere y revive. Es muy curioso que en muchos de los mitos egipcios Isis tenga características muy similares a la de la Virgen María, pero que en este mito en especial sea Nut la que cumple ese papel. Nut, la madre de los dioses.

martes, mayo 05, 2009


Gran Fuga de Libros de Mayo


El próximo 25 de Mayo se va a realizar una nueva jornada del movimiento LIBROS LIBRES!

Están todos invitados, en ese día a tomar un libro que les haya gustado mucho, escribirle na dedicatoria en la primera página y dejarlo en un banco de plaza, una pizzeria, un bar, un subte, un colectivo, un tren, un remis, una cabina telefónica, un cajero automático…

En cualquier lugar que tu imaginación te permita

Todos tenemos un libro que realmente nos marcó en la vida… y puede cambiarle la vida a alguien más!

El 21 de Septiembre de 2007 se organizó el primer Libros Libres de Argentina, desde ese día se volvió a realizar en varias oportunidades, mucha gente encontró libros que leyó y amó tanto como sus dueños anteriores

Se recomienda que escribas en la primera hoja una dedicatoria donde aclares que el libro pertenece al movimiento "Libros Libres", que está para quien lo encuentre y así mismo debe volver a ser liberado luego de su lectura.
También se sugiere que escribas tu dirección de correo electrónico como único medio de reconocimiento "buscando con esto crear a futuro un extenso grupo de lectura comentada."

Les dejo a continuación la página oficial de Libros Libres Argentina, que nos dejó el legado a todos nosotros de seguir con la labor de liberar libros! http://www.librolibreargentina.com/

Y dejamos un agradecimiento a la organización mexicana Letras Voladoras, que fue la creadora de este movimiento.

RECUERDEN! LA PRÓXIMA GRAN FUGA DE LIBROS SERÁ EL 25 DE MAYO DE 2009

miércoles, abril 22, 2009

Narciso, el Más Bello

En la mitología griega, los dioses no son seres perfectos. En la República de Platón, se hace referencia justamente al hecho de que si los dioses son los modelos a seguir, no deberían ser seres terribles sino bondadosos. En el mito, los dioses son demasiado humanos: rencorosos, lujuriosos e irascibles.


Ningún dios del Olimpo podía soportar que un hombre mortal, tan inferior a ellos, fuera mejor en algún aspecto.
Hay muchas historias sobre hombres que se atrevieron a gozar de la hibris (palabra griega para soberbia) y fueron retados a duelo por los dioses, si la deidad ganaba la competición, el mortal sería destripado o destruido de alguna manera terriblemente sádica. Pasó en todos los rincones del mundo y con cualquier fin u objeto, desde la música, hasta la guerra y desde la agilidad a la belleza. Muchos clamaron ser mejores que los dioses y fueron castigados por ello.

Existen otros casos d hibris en los que los hombre no afirman nada e incluso no saben que tienen esa tan alta capacidad o rasgo. Pero los habitantes del Olimpo reconocen eso y deciden castigarlos por la ofensa, a pesar de que no sea culpa del mortal o que ni siquiera sepa la razón de su castigo.

Un caso así es el de Narciso. El joven era hijo de la ninfa Liriopea y del río Cefiso. Recordemos que en la Mitología Griega los ríos y montes son deificados y convertidos en seres con uso de razón, al igual que muchos otros fenómenos naturales, como el sol, Helios y la luna, Selene.

Narciso nació con una belleza superior. Todos en la Tierra se conmovían por la gracia y la ternura del rostro neonato. Incluso en el Olimpo, los dioses le arrojaron una mirada de aprobación y brotó una lágrima de emoción desde los divinos ojos que poblaban el monte más alto del mundo, el hogar de las poderosas deidades.

Narciso fue creciendo, su imagen se convirtió con el tiempo en la de un hermoso niño lleno de brío y alegría. Los campos por los que corría sonreían ante él y florecían para saludarlo. Las ninfas se peleaban por quién jugaba con el niño cada día. Los pájaros cantaban en su honor y hacían brillar los ojos del niño para placer de todo el mundo.

Pero pronto el niño fue un joven, un adolescente. Algunos mitólogos cuentan que se volvió un hombre lleno de soberbia que no aceptaba un solo cumplido de nadie a menos que apelaran a toda su creatividad, se había vuelto pedante. Otros dicen que, por el contrario, el joven había sido tratado siempre con tanto cariño y tantas atenciones que al llegar a la adolescencia no sabía como moverse en el mundo, había sido protegido con tantos cuidados que ahora salir al mundo solo lo tenía asustado.

Las insinuaciones sexuales y los acosos amorosos fueron de pronto moneda corriente para el joven que era atosigado por mujeres y hombres a la vez. Tuvo amoríos con las más hermosas jóvenes de Grecia, e incluso conoció la lujuria pura, pues también fue amado por Eros, el dios de la Lujuria y la Sensualidad.

Eco era una hermosa ninfa del cortejo de la diosa de la belleza, Afrodita. Zeus, el rey de los dioses, que es conocido por haber tenido amoríos con cientos de miles de mujeres por toda la tierra, a espaldas de su esposa Hera, habló una tarde con la ninfa y la convenció de que durante un día fuera al Olimpo a distraer a su esposa, mientras él se dedicaba a enamorar a las ninfas.

Cuando Hera descubrió el engaño, hizo justicia a su fama de rencorosa y de vengarse de toda traición, y castigó a Eco condenándola a repetir la última palabra de las preguntas que se le hacían. Eco, pudo vivir con su condena, no le causaba demasiados problemas, hasta aquella tarde, en que arruinó su posibilidad de amar, aquella tarde en que paseaba por la Tierra junto a sus amigas ninfas y vio el rostro más hermoso que podía ostentar un mortal, vio el rostro de Narciso.

Después de planear mucho tiempo un encuentro y de imaginar que decirle a aquel hombre, Eco terminó escondiéndose en el bosque. Narciso paseaba con sus amigos por ese mismo sitio, ella lo seguía de cerca. El joven se apartó del grupo, curioso por la imagen que creía haber visto corriendo desnuda por entre los árboles. Preguntó entonces, “¿hay alguien aquí?” y la voz respondió “Aquí, aquí”. Narciso gritó entonces “Ven” y la voz respondió “Ven, ven”.

Eco por fin se animó y salió de entre los árboles y corrió hacia el joven abriendo los brazos. Pero el joven la rechazó, dejándola sola llorando en el bosque. La ninfa se fue apagando y se encerró en una cueva, y fue consumiéndose hasta que solo quedó viva su voz, el eco, que repite siempre las últimas palabras de las preguntas que se le hacen.

Según algunos mitólogos, Apolo, dios de la poesía, la belleza y la música, se sintió ofendido por la extrema belleza del joven Narciso y decidió castigarlo. Esta versión es luego homenajeada en el cuento alemán Blancanieves, recopilado por los hermanos Grimm, donde la madrastra de la niña Blancanieves se siente ofendida por la belleza de la joven al llegar a la adolescencia y decide castigarla por ser más bella que ella misma.

Otros mitólogos adjudican el castigo de Narciso a Afrodita, la diosa protectora de Eco y sus otras ninfas; otros lo adjudican a Némesis, la diosa de la venganza. Pero todos concuerdan en el mismo castigo: Narciso fue guiado, sin que él se diera cuenta siquiera, hacia un espejo de agua, una fuente o un lago. Al asomarse al borde, Narciso vio por primera vez su rostro, y quedó enamorado sin remedio. Absolutamente incapaz de satisfacer sus deseos, Narciso se dejó morir, ahogándose en aquellas aguas.

Su esencia broto de aquellas aguas y de aquel suelo, se enredo entre las raíces de las plantas del lugar y creció la flor más bella: el Narciso.